El ambientador es un aparato usado para desodorizar y perfumar locales cerrados. La función del ambientador es la de rodear a una persona, situación, etc., de notas evocadoras de algún medio social, época o lugar determinados. En definitiva podemos decir que tienen la función de aromatizar el ambiente. Hay que destacar que la clave y la esencia del ambientador es el perfume, es decir, el ambientador nace como consecuencia del perfume.
Con la llegada de los árabes a España la perfumería se extendió por el resto de Europa. Los países mediterráneos contaban con el clima adecuado para el cultivo de flores y plantas aromáticas, principalmente el jazmín, la lavanda y el limón, por lo que las costas de España, Francia e Italia se vieron de repente rodeadas de plantaciones cuyos frutos eran aprovechados por los árabes, haciendo del perfume la principal herramienta de su comercio.
Por lo que representa en oriente, el perfume es introducido en Japón a través de China, que ya contaba en el siglo VI con grandes artesanos de la jardinería natural que destinaban parte de sus cosechas al prensado de pétalos para la fabricación de perfumes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario